---------- Mensaje reenviado ----------
De: El Andén de los Sueños <elandendelossuenos@gmail.com>
Fecha: 10 de junio de 2014, 21:41
Asunto: Escritor, antropólogo peruano, Manuel Mosquera
Para: "Luis E. Aguilera Gonzalez" <luiseaguilera.57@gmail.com>
Las señortias de Avignon
a Julia María
Era la hora de la siesta y el sol
Sus cuerpos enseñaban la cadencia
Se acercaron a mi lecho y escuché
Levántate y abandona la cuerda
Más allá del carnaval
Las miré admirado por la belleza que
Y el arrobamiento cubrió mis mejillas
Quise decirles que se habían
Cómo explicarles sobre mis silencios
Cómo hablarles sobre la oquedad de
Cómo decirles que temo a las
están marcadas en el calendario
Sus rostros y cuerpos
Me dijeron lo que ocultaba la
En los pinceles de Picasso
Las sorpresas de los colores
Junto a ellas Liberado me puse a
Me enseñaron como bailaban el can
Me desnudé/ Arranqué mis carnes
Aprendí a caminar por la cornisa
y bailar gozoso
El tango creado en la melodía de los
Quise hablarles en francés y no me lo
Dimití a mi condición de dinosaurio
Con ellas viajo hacia
Atravesamos románticos la vida
Sentimos en nuestra alma
Cruzamos mares
Cogemos aquellas historias
Desde la raíz de la tierra
La luz vertebral
La fogata mítica abre el
Marcados por el canto desafiante de
Salimos erguidos del rebaño
Convertidos en hombres
y águilas
Dejamos atrás los silencios
Transformamos en vestigios extraños
Las palabras estériles
Avivamos el fuego que consume el
Convencidos que la primavera nos
Nos afirmamos en la balada que
Al hombre
Y a la soledad de sus estrellas.
HE DECIDIDO
a Tomás Borge
Hombre de gestas y primaveras
He decidido
Dedicar mis horas
Me encerraré en la vieja biblioteca
leeré a Marx y a los viejos poetas
laboraré con jóvenes que
han decidido encontrar la lumbre
y aprenderé de ellos
como se aprende de las golondrinas
y las mujeres amadas
CARTA DE AMOR A ÚRSULA IGUARÁN
Te escribo en esta noche en la que la luna ha
Del horizonte calcinado de tu cuerpo y siento
Este gran desierto que me carcome
Tu recuerdo es un espejo abrasador en el que
Solo puedo ver como mi corazón se hunde
En las aguas pardas de tu mar caribeño
Cómo decirte:
Que sin ti el olor con el que me despertaba la
A perdido el acrisolado encanto con el que la
Desnuda sonrisa del amanecer
Me saludaba entre el herbaje de tus pechos
De todos los océanos del planeta para que yo
Ingrese a tu tierra prometida
Y me alimente con el maná que brotaba de las
Mieses carnosas de tus labios
Como extraño las huellas de sortilegios
Como deseo tenerte a mi lado galopando
En las que el sol se pierde tras la copla de tus
Tanto amor me has dado que sin ti el día es
Y la tristeza más insolente me acompaña y
Por ríos nostálgicos que día a día van
Sucumben mis momentos soleados
Te escribo recordando/ Tu hoguera exaltada
Que todavía duerme en mis sueños
Y mora en cada una de las exhortaciones del
Lenguaje con el que las olas
Que fui el marinero que exploró cada uno de
De tu monte sacro y en su cresta humeante
Sentí caer sobre mí el diluvio de tus entrañas
Llameantes que incendiaban el polvorín de mi
Y en esta página del recuerdo solo puedo
Es tan corto el amor y tan largo el olvido
Y no puedo olvidarte/Porque si lo hiciera me
A los confines en los que la locura de lo
Ven Úrsula Iguarán
Por las calandrias humeantes que vuelan en
La fogata que encierra mi memoria que
Con el brillo de tus cabellos negros
Con el lucero que aparecía en el erial de tus
Con tus pies de guerrera danzando sobre el
Ven mujer de mis sueños aparecidos en letras
Siento en estos momentos que te escribo
Y puedo sentir el olor de la pólvora naciendo
Cordilleranas que arden en la mañana y se
Noches en que Yemaya despierta desde las
Para bañarnos con el rocío mítico que florece
Con la que los amantes van descubriendo sus
Y es por eso que te escribo/ Mujer de
Encaramado en los contrafuertes que
Sintiendo que a tu lado otro mundo es posible
Y que estarás conmigo: El día de la batalla final.
Faunos de noches aulladoras
I
A este oniroscopico
Tigre
Lo he visto desnudar
A las más fascinantes ninfas
También he sido testigo
Como de un felino salto
Desvestía a las lobas
Y para alocarlas
Ponía sobre sus sátiros cuerpos
El dedo sapiens de la partitura carnal
Juntos hemos conocido la pobreza y
Juntos hemos pasado rientes mil
Juntos hemos danzado
Con fugaces odaliscas
Que se entregaban libertinas
A los más sagrados goces
Muy bien recuerdo
Cuando Gonzalo en un arrebato de
Se atrevió desflorar a Venus
Mientras le mostraba
La grandilocuencia
De los paraísos americanos
Dedicados al culto amatorio
Y harto por la maledicencia
De dioses mediocres
La cambio por cien castas
Doncellas fenicias
Sólo para catar
El mediterráneo vino
Que manaba sensual
De sus concupiscentes senos
Las colocó sobre sus Arauca manos
De allí se originan
Las fosforescentes mariposas
Que liberan el éxtasis de las bien
I
En cada parte de su equinoccio
Se afilan las vetas de los poros
Puño y coraje
De los inmortales
En las venas sangrantes de América
De nuestros entrañables más
Los cuales
¡Están vivos! ¡Están vivos!
Y sacrosantos en el seno de la madre
En la sapiencia de la entrega mortal
Orlando las pancartas
Donde se grita
Ni olvido ni perdón
Al puñal al burgués al presidente a la
Al general a los malditos asesinos
Sin que desaparecieran de la
¡Venceremos! ¡Venceremos!
Enlucidos de hondo canto
Y al igual que Gonzalo y su gorro
Escribir en el cosmos en la piedra
Con el alma desollada
¡Presente compañero clandestino!
¡Presente niño hijo de miliciano!
¡Presente compañeras descuartizada!
Presentes por siempre
En el testimonio de vuestra
CLARO DE LUNA
Sobre la pianola encontré tu foto
Y la última composición que creaste
La noche aquella en la que tu cuerpo
Danzó apasionado el concierto
Escrito por el fuego
El claro de luna de aquella
Los tizones de la chimenea
Unían tu bouquet primaveral de mujer
A la palabra Amor
Con los que mis labios
Ascendían por tu monte sacro
La pianola
Todavía recuerda el calor de tus ojos
Tocando en el silencio nocturno
CARTA DE LA AURORA
Tan lejos de la Patria y trabajando sin
Dándole para adelante
A pesar de mis dolencias
He salido en este tibio día
A caminar con mis hijos por calles
Recordando el Parque de la Reserva
Los árboles en los cuales
La chimenea de nuestro amor
Nuestra juventud fue el grito rebelde
La canoa que viajaba en los sones de
Y te vi
Señor viajero
Con el pelo largo la barba crecida
Con la canción de las tempestades en
Sentí la felicidad de los años
Recorriendo la sonrisa de mis labios
Recordé la tonada del organillero
El fresco sabor del amor estudiantil
Los volantes que repartíamos
El sonido del tren a las ocho de la
Y el nosotros
Desplazándose por las venas abiertas
...
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De: El Andén de los Sueños <elandendelossuenos@gmail.com>
Fecha: 10 de junio de 2014, 21:41
Asunto: Escritor, antropólogo peruano, Manuel Mosquera
Para: "Luis E. Aguilera Gonzalez" <luiseaguilera.57@gmail.com>
Jun 08, 2014 6
Escritor, antropólogo peruano, Manuel Mosquera
Manuel Mosquera, Estudió antropología en la Universidad de San Marcos. Laboró en la ciudad de Iquitos como docente en la Escuela de Educación Bilingüe Intercultural, de la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana y en el Instituto Pedagógico. Realizó investigaciones, asesoró a organizaciones indígenas ej. La Confederación de Nacionalidades Amazónicas del Perú, CONAP-LORETO. Formó… parte de Nueva Cultura, colectivo desde el cual efectuó tareas de promoción cultural. En la Amazonía ganó dos premios de poesía: el que organizó el Sindicato Unitario de los Trabajadores en la Educación del Perú, Base Loreto, 1995 y los Juegos Florales de la Ciudad de Iquitos, 1996. Poemas y artículos suyos han sido editados en Barricada, La Región, Canta Claro, Arteídea, la Revista Peruana de Literatura, Juan Pueblo (del que fue editor), así como en los espacios virtuales, Unión Universal de Escritores y Artistas Hispanoamericanos, Tutuykiri, revista del Colegio de Antropólogos de Lima, Rebelión, Redacción popular (miembro del comité editor) y Pacarina del Sur. Con Rosina Valcárcel y otros poetas laboró en la organización del IV y VIII Festival Palabra en el Mundo. Es miembro del Gremio de Escritores del Perú. Su poemario
Documento de identidad lo lanzó el Fondo editorial Cultura Peruana, 2013.
a Julia María
Era la hora de la siesta y el sol
caía como lumbre de oro
entre mi sueño y su realidad
Las Señoritas de Avignon
se acercaron danzando a mi lecho
Había en ellas la dulzura mística
de las flores iridiscentes
que regalan a la noche
la esencia vestida por astro rugiente
Sus pechos mostraban la real
arquitectura espacial
sobre ellas giraba como mariposa el
orden astral
orden astral
y la libertad se arrojaba a los brazos
del amor
del amor
Sobre sus cabellos todavía podía
verse el aura
Creada por Rimbaud
Sus cuerpos enseñaban la cadencia
de los mares
El bullicio mostrado por las calles
Desenmascaradas
Se acercaron a mi lecho y escuché
sus voces en mi corazón:
Levántate y abandona la cuerda
Perennidad
Revive que hay un mundo
Más allá del carnaval
Con el que se envuelve los días
Paridos por la infelicidad
Las miré admirado por la belleza que
Poseían
Y el arrobamiento cubrió mis mejillas
Quise decirles que se habían
Equivocado
Más quedé sin habla
Cómo explicarles sobre mis silencios
y fobias
Cómo hablarles sobre la oquedad de
mis días y horarios vacíos
Cómo decirles que temo a las
visiones que no
están marcadas en el calendario
Sus rostros y cuerpos
Me dijeron lo que ocultaba la
Antropología
Me mostraron los misterios
Escondidos
En los pinceles de Picasso
Las sorpresas de los colores
envueltos por la luz
El espacio en el cual la existencia se
estremecía gloriosa
Junto a ellas Liberado me puse a
Cantar
Me enseñaron como bailaban el can
Can
Me desnudé/ Arranqué mis carnes
Primitivas
Aprendí a caminar por la cornisa
Lunar
y bailar gozoso
El tango creado en la melodía de los
Cuerpos
Quise hablarles en francés y no me lo
Permitieron
Charlaron conmigo en el idioma de la
humanidad:
La esperanza
Delirante de amor dejé a un lado mis
cautos horarios
Dimití a mi condición de dinosaurio
Parlante
Con ellas viajo hacia
La áurea serenata
BALADA
Tras una balada
Tras una balada
Atravesamos románticos la vida
Sentimos en nuestra alma
Las manos guerreras del sol y las
estrellas gravitantes
En este transitar por travesías
Abruptas
Cruzamos mares
Trepamos cordilleras lejanas
Cogemos aquellas historias
Erigidas en las copas de los árboles
Y nos nutrimos de ellas
Desde la raíz de la tierra
Nos llega abrazada a la acción y al
Pensamiento
La luz vertebral
La fogata mítica abre el
despertar de nuestros ojos
Marcados por el canto desafiante de
los gallos
Salimos erguidos del rebaño
Convertidos en hombres
y águilas
Dejamos atrás los silencios
Transformamos en vestigios extraños
Las palabras estériles
Avivamos el fuego que consume el
fragor de las tinieblas
Convencidos que la primavera nos
brinda nuevas sendas
Nos afirmamos en la balada que
recorre el orbe
Le da brío
Al hombre
Y a la soledad de sus estrellas.
HE DECIDIDO
a Tomás Borge
Hombre de gestas y primaveras
He decidido
dejar a un lado
los pensamientos sombríos
y quedarme a vivir
en la primavera
Dedicar mis horas
a contemplar como la luz
brinda a los árboles
la sabiduría para dialogar
con el viento y las aves
y escribir sobre los poetas
que a diario mueren de amor
Me encerraré en la vieja biblioteca
de jornadas fragosas
leeré a Marx y a los viejos poetas
chinos
laboraré con jóvenes que
han decidido encontrar la lumbre
apasionada
y aprenderé de ellos
como se aprende de las golondrinas
y las mujeres amadas
CARTA DE AMOR A ÚRSULA IGUARÁN
Amada Úrsula:
Te escribo en esta noche en la que la luna ha
Desaparecido
Del horizonte calcinado de tu cuerpo y siento
dentro de mí
Este gran desierto que me carcome
Tu recuerdo es un espejo abrasador en el que
Solo puedo ver como mi corazón se hunde
como un viejo galeón
En las aguas pardas de tu mar caribeño
Cómo decirte:
Que sin ti el olor con el que me despertaba la
Mañana
A perdido el acrisolado encanto con el que la
Desnuda sonrisa del amanecer
Me saludaba entre el herbaje de tus pechos
que partían las aguas
De todos los océanos del planeta para que yo
Ingrese a tu tierra prometida
Y me alimente con el maná que brotaba de las
Mieses carnosas de tus labios
Como extraño las huellas de sortilegios
encontrados en tu altozano lunar
Como deseo tenerte a mi lado galopando
sobre las extensas praderas
En las que el sol se pierde tras la copla de tus
ojos capulìs
Tanto amor me has dado que sin ti el día es
un verso moribundo
Y la tristeza más insolente me acompaña y
vivo anegado
Por ríos nostálgicos que día a día van
cavando la fosa en la cual
Sucumben mis momentos soleados
Te escribo recordando/ Tu hoguera exaltada
Que todavía duerme en mis sueños
Y mora en cada una de las exhortaciones del
Lenguaje con el que las olas
Bañaban los piélagos de tus muslos/Sintiendo
Todavía
Que fui el marinero que exploró cada uno de
los arrecifes
De tu monte sacro y en su cresta humeante
removido por un volcán
Sentí caer sobre mí el diluvio de tus entrañas
y las exclamaciones
Llameantes que incendiaban el polvorín de mi
Cuerpo
Y en esta página del recuerdo solo puedo
repetir a ese gran Adivino:
Es tan corto el amor y tan largo el olvido
Si corto y feraz fue tu amor/Tu amor de feria
Pueblerina
Pueblerina
De leyendas antiguas que tomaban por asalto
nuestro lecho
Y en cada una de las beligerancias en que se
Enfrascaban nuestros cuerpos
Aparecían los Dioses que le dieron a las
montañas el fuego
montañas el fuego
Y me siento morir recordando el olor de tus
Manantiales
Bañando el litoral de mis poros La turgencia
esmerilada de tus senos
Y no puedo olvidarte/Porque si lo hiciera me
Desterraría
A los confines en los que la locura de lo
cotidiano aniquila la sabiduría
Con el que los amantes van interpretando los
augurios del pedernal
Ven Úrsula Iguarán
Por los caminos marcados por la floresta de
los deseos
Vuelve a encender con la alcuza que florece
en tus manos bañadas
Por las calandrias humeantes que vuelan en
el paraíso
La fogata que encierra mi memoria que
Relumbra
Con el brillo de tus cabellos negros
recorriendo mi pecho montuno
Con el lucero que aparecía en el erial de tus
ojos moros
Con tus pies de guerrera danzando sobre el
otero de mi peñón
Con tu grito victorioso despertando sobre la
glorieta de la creación
Ven mujer de mis sueños aparecidos en letras
Anheladas
Ven para sentir vibrar el oleaje de tus caderas
Sobre las explanadas deseosas de mis
huellas que se pierden
huellas que se pierden
En tu llamarada que ciñe cada uno de mis
Pasos
Siento en estos momentos que te escribo
Que me sitia tu silbo de antiguo candombe
Guajiro
Y el ritmo de tu caminar me transporta hacia
las playas que
Poseen la transparencia de nuestras visiones
dibujadas por los manzanos
Y puedo sentir el olor de la pólvora naciendo
con las estribaciones
Cordilleranas que arden en la mañana y se
explayan por las
Noches en que Yemaya despierta desde las
Olas
Para bañarnos con el rocío mítico que florece
en la hoja de navegación
Con la que los amantes van descubriendo sus
Penínsulas
Y es por eso que te escribo/ Mujer de
jornadas fabuladoras
Encaramado en los contrafuertes que
despiertan la pasión
Sintiendo que a tu lado otro mundo es posible
Y que estarás conmigo: El día de la batalla final.
GONZALO ROJAS
a Yael, Omar y Salvattore
Faunos de noches aulladoras
I
A este oniroscopico
Tigre
Lo he visto desnudar
A las más fascinantes ninfas
También he sido testigo
Como de un felino salto
Desvestía a las lobas
Y para alocarlas
Ponía sobre sus sátiros cuerpos
El dedo sapiens de la partitura carnal
Juntos hemos conocido la pobreza y
la persecución
Juntos hemos pasado rientes mil
Aventuras
Juntos hemos danzado
Con fugaces odaliscas
Que se entregaban libertinas
A los más sagrados goces
Muy bien recuerdo
Cuando Gonzalo en un arrebato de
Osadía
Se atrevió desflorar a Venus
Mientras le mostraba
La grandilocuencia
De los paraísos americanos
Dedicados al culto amatorio
Y harto por la maledicencia
De dioses mediocres
La cambio por cien castas
Doncellas fenicias
Sólo para catar
El mediterráneo vino
Que manaba sensual
De sus concupiscentes senos
Y cual eros de los tiempos modernos
Las colocó sobre sus Arauca manos
De allí se originan
Las fosforescentes mariposas
Que liberan el éxtasis de las bien
Amadas
I
Bacán
Bien bacán es Gonzalo Rojas
Efusivo y locuaz
Con su risa de nono querendón
Mirémosle
Incólume como los macizos andinos
En cada parte de su equinoccio
Terrestre
Se afilan las vetas de los poros
Puño y coraje
De los inmortales
En las venas sangrantes de América
De nuestros entrañables más
Queridos
Los cuales
¡Están vivos! ¡Están vivos!
Y sacrosantos en el seno de la madre
Natura
En la sapiencia de la entrega mortal
Orlando las pancartas
Donde se grita
Ni olvido ni perdón
Al puñal al burgués al presidente a la
Bala
Al general a los malditos asesinos
que los desaparecieron
Sin que desaparecieran de la
dignidad justiciera
¡Venceremos! ¡Venceremos!
Enlucidos de hondo canto
Y al igual que Gonzalo y su gorro
frigio minero
Escribir en el cosmos en la piedra
Con el alma desollada
¡Presente compañero clandestino!
¡Presente niño hijo de miliciano!
¡Presente compañeras descuartizada!
Presentes por siempre
En el testimonio de vuestra
Inmolación
CLARO DE LUNA
Sobre la pianola encontré tu foto
Y la última composición que creaste
La noche aquella en la que tu cuerpo
Danzó apasionado el concierto
Escrito por el fuego
El claro de luna de aquella
madrugada de junio
Iluminó tu amorosa alegría
Los tizones de la chimenea
Unían tu bouquet primaveral de mujer
A la palabra Amor
Con los que mis labios
Ascendían por tu monte sacro
La pianola
Todavía recuerda el calor de tus ojos
Tocando en el silencio nocturno
La melodía acariciada por los
Amantes
CARTA DE LA AURORA
Mí recordado Óscar:
He visto la luz del mediodía envolver
la carta de los años
Tan lejos de la Patria y trabajando sin
Desmayar
Dándole para adelante
A pesar de mis dolencias
He salido en este tibio día
A caminar con mis hijos por calles
Extrañas
Recordando el Parque de la Reserva
Los árboles en los cuales
Encendíamos
La chimenea de nuestro amor
Nuestra juventud fue el grito rebelde
de nuestros cuerpos
La canoa que viajaba en los sones de
los clarividentes
Y te vi
Señor viajero
Con el pelo largo la barba crecida
Con la canción de las tempestades en
tus bolsillos desheredados
Sentí la felicidad de los años
Aurorales
Recorriendo la sonrisa de mis labios
Recordé la tonada del organillero
sobre mis pechos de Venus
El fresco sabor del amor estudiantil
Los volantes que repartíamos
El sonido del tren a las ocho de la
Noche
Y el nosotros
Desplazándose por las venas abiertas
[Mensaje recortado] Ver todo el mensaje
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